Jesús Aguiñaga Guzmán
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Abuso tras abuso por parte de oficiales de migración, relatan los mexicanos deportados por Nuevo Laredo, como hacinamiento en centros de detención y como ellos llaman, robo por no poder sacar el dinero que sus familiares dejan para su beneficio y que les entregan en una tarjeta de debito al ser llevados a la frontera.
“Nos roban el dinero que deja nuestra gente, pues muchos que van a ser deportados reciben dinero y se les entrega en una tarjeta para que lo cobren ya en México y cual es la sorpresa que el NIP no es legible y los cajeros automáticos no aceptan el retiro, a lo mejor por ser de un banco Chasse; hace falta apoyo de las autoridades porque si puedes retirar cobran hasta 40 pesos por cada 10 dólares que sacas”, señaló Julio Cárdenas que no ha podido sacar el dinero del cajero.
Otro caso fue el de Irma Sánchez quien tenía 24 años viviendo en la ciudad de Houston, esta mujer madre de siete hijos, fue detenida hace unos días, cuando acudió a pagar una multa de tránsito por manejar sin licencia y el miércoles fue puesta a disposición de agentes migratorios, sin que autoridades del Consulado de México acudieran a prestar ayuda.
“A los que tienen “provechon” o fianza y para salir les faltan 3 ó 4 días les piden 8, 11, 13 ó 15 mil dólares y encerrado ni modo que le digas a un preso, préstame trece mil, nos tenían en jaulas en un corralón, te tratan como perro, si pides medicina tardan cuatro días para pasarte con un médico y a ver si te autoriza y solo te dan un taylenol, Migración no tiene instalaciones para recibir tantas personas en celdas donde caben 40 presos, nos metían hasta a 90 personas, esto fue en Dallas, Texas”, dijo Alfonso Cervantes