CORRUPCIÓN, ES EL TEMA

En el Tamaulipas donde nada pasaba, donde la política cubría todo, o casi todo, y el que llegaba pobre a un puesto público de alto nivel salía rico y el que llegaba rico salía inmensamente rico, urge poner un alto a eso que bien podría considerarse un sinónimo de política llamado corrupción, por eso la iniciativa que ayer presentó el gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca ante el Congreso local es mucho más que una simple iniciativa de las que se votan sin leer y luego se convierten en leyes sin aplicar.

Así es mis queridos boes, se trata de toda una Reforma a la Constitución local que permitirá dar paso a la creación de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción; es decir la lucha contra el origen de todos los males en la administración pública.

La Fiscalía tendrá que estar lista y funcionado allá por el 19 de julio, de acuerdo a los dichos del Contralor Mario Soria Landero, quien junto con el abogado de la entidad Abelardo Perales Meléndez hicieron el anuncio de la presentación ante el Congreso local que lidera el diputado Carlos García González.

El combate a la corrupción fue de hecho una de las banderas de campaña de Cabeza de Vaca, misma que debió darle buena parte de los votos que le llevaron a tumbar al PRI del poder luego de más de 86 años montado en él. Y es que en Tamaulipas cada tres y seis años estrenábamos nuevos millonarios, porque de pronto, superdotados nuestros funcionarios mientras trabajaban de alcaldes y gobernadores tenían chance ‘en sus ratos  libres’ de convertirse en prósperos constructores, terratenientes, restauranteros de altos vuelos, consultores y demás.

Pruebas, botones de muestra, bastaría echarle un vistazo a los terrenos que circundan las grandes ciudades de Tamaulipas y preguntar quienes son los dueños para entender que los que nos han gobernado de pronto se convirtieron en los dueños de casi todo, ellos y sus amigos que les han servido de prestanombres. ¿A poco no recuerdan de quién eran o son los terrenos donde está construido el complejo Bicentenario, que fue comprado en pesitos y vendido o rentado en millones al gobierno estatal por los amigos de los dos ex gobernadores? ¿A poco no se acuerdan de los negociazos que se hicieron en el sexenio de Manuel Cavazos Lerma con los predios de la Playa Miramar y la Bagdad?.

Nombre y podríamos seguirle con las áreas de compras de las administraciones recientes y no acabaríamos de enumerar las transas que se fraguaron por ejemplo en Salud con la compra fraudulenta de medicamentos, de equipo médico que nadie vio, en la Subsecretaría del Transporte con la venta de lotes completos de concesiones a unos cuantos y otras linduras. Bueno, pues de todo eso se harto el ciudadano de a pie, el jodido que ha visto pasar pobres y volver ricos, mientras su tripa hambrienta le reclamaba, por eso y mucho más se dio la alternancia, porque el ahora gobernador prometió que no volverían a ser así las cosas y lo reiteró en su discurso de inauguración con aquellas frases: el que la hizo la paga y no hay borrón, ni cuenta nueva.

Pues por eso entonces es importante que se den pasos firmes hacia un combate real a la corrupción, porque el pueblo ahora está más al pendiente, es más demandante y con las redes sociales es casi imposible que un funcionario ladrón pase inadvertido.

Corresponde ahora al Congreso de Carlos García darle los dientes necesarios a la ley anticorrupción y el poder suficiente a la figura del Fiscal Anticorrupción que será el policía contra los malos servidores públicos. Se han dado pasos en el país en esa materia y Tamaulipas no puede darse el lujo de quedarse atrás, por ejemplo la obligatoriedad de la declaración 3de3 que ya presentó Cabeza de Vaca debería ser para todos los funcionarios, incluyendo a los municipales, así como aterrizar la extinción de dominio para los casos que ya se contempla a nivel federal.

Insisto, son buenas noticias que tendrán que terminar en realidades allá por la mitad del año, para honrar la palabra del gobernador. Juan Alonso Camarillo y el PRI… El fin de semana platique con Juan Alonso Camarillo, quien aspira a ser dirigente estatal del PRI, o lo que quede si se tardan más en renovar el liderazgo. Me quedó bien claro que el de Río Bravo va en serio y está preocupado porque la tardanza para elegir a un presidente estatal pueda seguir vaciando a ese Instituto en Tamaulipas. Tiene, me lo reiteró, la firme convicción de participar en una cita tienda por la dirigencia, pero también me advirtió que no le va a servir de comparsa a un candidato impuesto desde el centro o por un grupo local que quiera como en el pasado arrebatarle a los priistas la posibilidad de una elección democrática. Ojalá por el bien de ese partido que se estrenen en el camino de las contiendas internas transparentes, legales y sin dados cargados.

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