El asesino más poderoso del cáncer

Dos estudios recientes detallan un mecanismo natural que, si se aprovecha adecuadamente, puede destruir las células cancerosas y su capacidad para volverse resistentes al tratamiento y sin los efectos secundarios de la quimioterapia.

En un estudio publicado el año pasado, los científicos dirigidos por Marcus E. Peter y Tomas D. Spies de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (EE. UU.) revelaron no solo que ciertas moléculas de ARN pueden matar células cancerosas, sino que también pueden prevenir simultáneamente que se vuelvan resistentes al tratamiento.

Como explicaron los expertos en ese momento, las moléculas de ARN destruyeron las células cancerosas, pero también erradicaron varios genes que las células cancerosas necesitaban para sobrevivir. “Es como suicidarse apuñalándote, disparándote y saltando de un edificio al mismo tiempo. No puedes sobrevivir”, explicaba Marcus E. Peter.

Sin embargo, el mecanismo exacto que hacía que las células cancerosas “cometieran suicidio” seguía siendo desconocido, hasta ahora.

Dos nuevos estudios, dirigidos por Peter, han descubierto un código que está incrustado en el ARN y los microARN de cada célula individual. El mecanismo puede ser responsable de la capacidad de autodestrucción de las células cancerosas.

El primero de los dos estudios, publicado en la revista eLIfe, detalla cómo los ARN grandes se pueden transformar en ARN pequeños y tóxicos.

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