“El día del atentado Donaldo visitó el Estado que yo gobernaba; no lo vi, tuve una reunión en el DF”

El secretario de Turismo me pasó la tarjeta para que yo me enterase y decirme que abandonaba momentáneamente la reunión para llamar por la red. Regresó después de un largo rato e hizo extensiva a todos los presentes la noticia del atentado y la gravedad de Colosio.

Agencias /

Soy Guillermo Mercado Romero, ex-gobernador de Baja California Sur. Gobernaba mi Estado cuando sufriera el atentado mi amigo Luis Donaldo Colosio. Cuando él fue diputado federal, yo era senador. Cuando él presidió el CEN del PRI, yo fui delegado del partido en Quintana Roo. Ya de gobernador, él era secretario de SEDESOL.

El 23 de marzo de 1994 me encontraba en la Ciudad de México, había salido un día antes para estar en una audiencia con el entonces secretario de Turismo, Jesús Silva Herzog, y precisamente estando en esa reunión, por la tarde, aproximadamente las siete… me acompañaban empresarios turísticos de los Cabos y funcionarios de Fonatur; ahí, el secretario Silva fue notificado por su secretario particular, mediante una tarjeta, que el candidato del PRI Luis Donaldo Colosio había sufrido un atentado en Tijuana.

El secretario de Turismo me pasó la tarjeta para que yo me enterase y decirme que abandonaba momentáneamente la reunión para llamar por la red. Regresó después de un largo rato e hizo extensiva a todos los presentes la noticia del atentado y la gravedad de Colosio.

Se terminó la reunión,  abandonamos el edificio, ya para entones en la calle la noticia era de nivel nacional. Para entonces eran más las interrogantes que las respuestas. Me fui a mi hotel para ver noticias del caso por televisión, y poco antes de las once de la noche, hora del centro, Liébano Sáenz estaba dando la nota del fallecimiento para coinvertirse en magnicidio, digo esto porque había una diferencia de horario con el pacifico de dos horas.

Para mí en lo personal fue perder a un amigo. Los políticos jóvenes en aquel momento teníamos muchas esperanzas de poder aportar al verdadero cambio que él proponía. Para mi Estado confiábamos en un desarrollo regional, como lo comenté con él en lo personal, de tal forma de que le diera sustento a las virtudes y recursos naturales de cada región, la del noroeste para nosotros.

Lo que puedo comentar de la visita de Luis Donaldo a la capital de mi Estado, La Paz, el día del atentado, es que ordené le fueran entregadas por el señor Jorge Ayala, también amigo personal de él, unos relojes que tenían su nombre para ser utilizados en la campaña, así como tres chamarras obsequiadas de mi parte apropiadas también para su campaña.