Gobierno gasta más en la comida de un preso que en la de un policía federal o un militar

Agencias/Reporte Tamaulipas 
Lunes,31 de Marzo del 2014

Los alimentos de un interno en un penal federal cuesta 54 pesos, mientras la de un agente federal asciende a 42 pesos, y la de soldados y marinos, a 30.

 

 

Este menú es modificado cada mes.

En tanto que los desayunos y las cenas oscilan en los 33.30 pesos por ración, y constan de café o leche, huevo con salchichas, frijoles, tortillas, postres y fruta; así como café, molletes, postre y fruta, respectivamente.

Sin embargo, la suerte del policía federal es otra: él recibe una torta, una manzana, un yogur y un refresco, en tanto que los militares tienen acceso a comida caliente en la mayoría de las veces, sopa, arroz, guisado y postre. No obstante, son raciones limitadas, según testimonios recabados por Reforma.

En su investigación, Benito Jiménez y Paloma Villanueva encontraron que las personas que cumplen un arraigo en el Centro Federal de Investigaciones, de la colonia Doctores, tiene derecho a dos guisados, sopa líquida y caliente, pan y tortilla, limones, salsa, chiles encurtidos, frijoles guisados o cocidos, fruta y verdura fresca, ensalada de verdura fresca, té o café, y agua de sabor, según una respuesta de información.

Informantes del centro de arraigo coinciden en que el menú oscila en los 51 pesos.

“Creo que es una broma, uno como policía, que debería estar mejor alimentado, nos dan de comer cosas secas y a veces hasta caducas o echadas a perder, cuando uno está comisionado a las operaciones foráneas es cuando más se sufre, porque toda la comida es fría y con el riesgo de que ya venga descompuesta”, dijo un agente federal desplegado en Michoacán.

Incluso, en pleno combate contra el crimen, los federales reciben una torta o un sándwich, un refresco, una naranja y una barra de cereal con cacahuate, cajeta y sabor a chocolate.

Reforma destaca que soldados y marinos tienen el apoyo del personal de intendencia capaz de preparar, incluso en operaciones rurales, una sopa caliente, puré de papas, albóndigas o carne en salsa, además de agua de sabor.

Los militares dijeron que algún día a la semana se van a comer carnitas, antojitos, fondas y al mercado para disfrutar de algo distinto a sus comedores.

Mientras los reos tienen una alimentación balanceada acorde con sus requerimientos de energía, los militares comen balanceado, pero insuficiente.