La campaña invisible.

Leobardo Sánchez Tovar/Reporte Tamaulipas  
Lunes, 11 de Mayo del 2015    

La actual campaña política, avanza como si no existiera, bajo una sordera que vuelve locos a los candidatos, porque a nadie parece interesarle.

 La red social se ha vuelto un escaparate útil para el ciudadano, como un escape emocional que se presenta a manera de desquite hacia la autoridad: hacia el gobernador, hacia el alcalde, hacia el diputado, hacia el senador, hacia el político.

 La televisión jamás nos hubiera mostrado las imágenes de una mujer furiosa rompiendo la publicidad de una candidata frente a sus narices, pero el Facebook sí, porque mantiene hasta ahora una genuina libertad de expresión, al menos hasta que MARK ZUCKERBERG diga lo contrario.

 Estamos hasta cierto punto, libres del enfrentamiento vulgar entre los candidatos, y digo hasta cierto punto porque sutilmente hay golpes que podrían impactar más en la actitud de un candidato como las encuestas de posicionamiento por ejemplo.

 El juego de la democracia sigue favoreciendo al candidato con mayor presencia y mayor movilidad, lo que significa mayor apoyo y dinero, y ante esta cuestión ni el Instituto Electoral Federal lo ha podido remediar, porque es un organismo que fue concebido para administrar la democracia y no para fomentarla.

 No es lo mismo platicar de la democracia en las escuelas, que vivirla en una campaña política, porque intervienen otros factores de los cuales no se habla en las pláticas, porque lo siguen tratando como tema tabú, y se sigue considerando como lactantes a los estudiantes.

 Hasta el mismo ex presidente del IFE, LEONARDO VALDEZ ZURITA, escribió lo complicado que resulta la democracia; esto lo externó después de haber presidido al Instituto Federal Electoral, haberlo hecho antes, hubiera marcado su final en esa institución.

Sin embargo la democracia es lo mejor que tenemos hasta ahora, aunque valdría la pena analizar si ésta no se vuelve sistema monárquico después de la elección, porque ese principio desaparece después de convertirse en autoridad, el gobernador, el alcalde, el presidente de la República, el senador, el diputado y hasta el regidor.

 La prueba más reciente de desacato al pueblo, ocurrió el año pasado, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechó tres consultas populares, es decir, vimos la actuación monárquica de una institución que ni siquiera enfrentó el rigor de las urnas.

 Son temas que vale la pena abordar en otro momento.

 La actual campaña electoral federal que nos ocupa, cambió su concepto de promoción. El mitin ha desaparecido de la agenda de los candidatos, y salvo la música de JULIÓN o TROPICAL DEL BRAVO convertida en letra que exalta al candidato, no hay otro vínculo que nos ligue a esta campaña.

 Los debates también se excluyeron del programa de trabajo de los candidatos; enfrentarse a la idea de los demás, es lo más aterrador, porque el otro podría estar mejor preparado o llevar una mejor propuesta legislativa.

 La mejor oferta política debería ser la eliminación a la homologación del IVA en la frontera, pero eso no lo pueden ofrecer los candidatos del PRI, ni los del Verde, ni los del PANAL, porque votaron a favor de esta adecuación en la presente legislatura federal.

 Aunque a decir verdad, sí hubo un diputado federal que votó en contra de su propio partido el PRI: ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO, actual representante popular por el Quinto Distrito.

 A lo largo de la historia de nuestro país, hemos tenido pocos legisladores brillantes, porque es fácil ser diputado cuando se legisla en contra de la gente, y pareciera que cada día se busca favorecer desde el Congreso de la Unión a los hombres del dinero locales y extranjeros

 Faltan todavía 24 días para que concluya el actual proceso de proselitismo, que culminará el jueves 4 de junio de 2015, y para entonces los mexicanos habremos visto o escuchado 12.5 millones de anuncios en radio y televisión.

leosanchezto@gmail.com