La gran presión “telúrica” social

La gran presión “telúrica” social

Debido a que los acontecimientos naturales recientes trajeron consigo desafortunadas y siempre lamentables consecuencias así como una unificación social en torno a las víctimas, es que el pueblo mexicano comenzó a alzar la voz. Aún que se ha hecho mucho énfasis en los sucedido en la capital de la república, lo cierto es que son varios los puntos en el territorio nacional en donde se presentaron daños considerables pero tristemente hasta ahorita las zonas rurales no han recibido la misma atención. Mis compatriotas, recordemos que todos somos mexicanos y por ende merecemos la misma atención, no seamos la sociedad los que hagamos distinciones y menos preferencias. Al contrario, aquellos que en zona urbana viven tienen al alcance mayores recursos para una más rápida recuperación en contraparte con nuestros hermanos que radican en las zonas rurales de nuestro hermoso país. Reitero las bendiciones y parabienes para todos aquellos que en estos momentos pasan por situaciones difíciles y más para aquellos que sollozan la pérdida de un ser querido.

Y por lo antes mencionado y debido a nuestro entorno económico actual, fue que la sociedad exigió que los partidos se portaran a la altura y/o que finalmente se pusieran en los zapatos de la gente. Una demanda generalizada fue que ellos desistieran de recibir recursos públicos y que los destinaran para la reconstrucción y recuperación de aquello que se perdió. Ya en el primer sismo que se presentó, López Obrador había dicho que destinaria un porcentaje de los recursos de Morena, aunque con la condición que fueran ellos quienes lo manejaran, por su eterna desconfianza en el sistema (mafia del poder). Después de que se presentara el segundo temblor, siguieron los demás partidos con sus propias propuestas, siendo el PRI quien el día de hoy se pronunció por desligarse del restante presupuesto de este año asignado para ellos, agregando que propondrían para su revisión, una enmienda que buscaría quitar los espacios de representación proporcional (plurinominales) en diputaciones locales, federales y para senadores. Solicitando que todos los demás se unieran a dicha petición y así poder ahorrar miles de millones de pesos y en el corto plazo puedan estos ser destinados para lo antes mencionado.

Se aplaude toda acción destinada para el beneficio del colectivo social y más para aquellos que ahorita tanto lo necesitan, aunque hay que decir que tristemente tiene que llegar después de una gran tragedia y no por coherencia, decencia o empatía de parte de las instituciones políticas hacía las causas ciudadanas y los diferentes y constantes reclamos sociales. De pronto pareciera ahora una competencia de a ver quién es el que “mayor corazón” tiene y quien puede capitalizar más ante la tragedia. Pero siendo positivos que bueno que así sea, no es la forma en que uno quisiera que hubiese pasado pero a cómo se dan las cosas aquí en México, hay que aprovechar este momento y exigir no solo eso sino todo aquello que por años han dejado de hacer. Este debe de ser un momento de profunda reflexión y un punto de inflexión en nuestro historia, no esperemos que algo de tal naturaleza vuelva a pasar como para unirnos todos y exigir lo que nos pertenece; justicia, desarrollo sustentable, equidad, esperanza.

El gran corazón de los mexicanos

Hay que decirlo, podemos ser de todo un poco y no siempre ese todo es positivo o algo para enorgullecernos pero lo que no se puede negar es que cuando en verdad queremos somos un pueblo con un corazón gigante. ¡Aplausos y felicitaciones para todos aquellos que deciden hermanarse!

Lo que sí me gustaría ver más, es que tal sentimiento no solo floreciera en la adversidad sino cotidianamente, muchos hermanos y compatriotas diariamente podrían ser ayudados en los distintos rincones de nuestra bella nación. Y si en nosotros está la posibilidad de hacerlo, pues por que no hacerlo…

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