La ofensa árabe.

Leobardo Sánchez/Reporte Tamaulipas
 Viernes, Septiembre/18/2015

México sigue pidiendo a Egipto que investigue y aclare cuanto antes, la muerte de un grupo de mexicanos en aquel país, cuando para los egipcios el caso está resuelto desde el principio.

A Egipto ni siquiera le inquietó la faramalla de CLAUDIA RUÍZ MASSIEU, que viajó hasta allá con todas las credenciales de la diplomacia mexicana.

Más tardó en subirse al avión, cuando SAMEH SHOUKRY, ministro de relaciones exteriores de aquel país, justificó el ataque.

Eso no fue todo, si no que les dijo que el gobierno de México también ha matado a mucha gente inocente en su guerra contra las drogas.

Y les calló la boca.

No hubo respuesta diplomática por parte de México para defender esa acusación de Egipto.

De no haber sido por una entrevista de banqueta que le hicieron al Secretario de Gobernación, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, la cosa se hubiera quedado así.

Todo este asunto no es más que el resultado de la improvisación.

Ahí está el caso de JESÚS MURILLO KARAM, ROSARIO ROBLES, JOSÉ ANTONIO MEADE, y AURELIO NUÑO, que fueron movidos de puesto como si se trata de asuntos sin importancia.

A lo lejos queda claro que en este caso, la reacción de México, sólo se trató de una estrategia publicitaria, para levantar un poco la imagen de un presidente que está en la lona.

Las autoridades mexicanas otra vez, se vieron rebasadas.

La inexperiencia de RUÍZ MASSIEU quedó a flote, al actuar por ocurrencia.

A su regreso a México llegó con las manos vacías, porque tanto ella como el presidente sigue insistiendo que se investigue.

México no tiene ni la menor idea de cómo actuar en el concierto internacional.

Como país, no tenemos ni fuerza ni presencia.

Aunque sí queda clara una cosa: que tanto México como Egipto, hablan el mismo lenguaje, cuando se trata de defender a sus fuerzas armadas, que por error, han matado a mucha gente inocente.

leosanchezto@gmail.com