Columna/Reporte Tamaulipas
Lunes/21/Noviembre/2016
Comienzan a barajarse de nueva cuenta nombres para la sucesión del CDE del PRI, una semana suena un personaje fuerte y las demás otros los militantes esperan con ansias y cada quien le apuesta a su gallo; los alientan ya que son sus amigos, por conveniencia o quien piensan que pueda ser el que venga a ser un revulsivo para está incierta época. Y en esta espera, pasmo o incertidumbre existen aquellos priistas que quizá no con un grupo fuerte tras de ellos pero que también alzan la mano para poder ser tomados en cuenta. Aun que se supone que los procesos deben de ser abiertos y democráticos, bien se sabe que muchas veces tienen todo menos eso y que para llegar a concretar o “amarrar la silla” intervienen diversos factores que tienen que ver más con intereses y posicionamiento político que con elegir a la persona más idónea.
Recientemente se trata de impulsar a Manuel Muñoz Cano o al menos empieza a sonar más su nombre pero con ello también los golpeteos políticos para él y miembros de su grupo. ¿Sera casualidad lo de los escoltas o que en las redes sociales comiencen a sacar a relucir eventos del pasado que los involucran negativamente? ¿Serán vientos desestabilizadores o fuego amigo? Muchas preguntas y cuestionamientos surgen mientras la militancia y sociedad a la cual le interesa la polaca con expectativa o quizá morbo siguen de cerca el proceso. El PRI tiene que ser muy cauto y sabios en este proceso sucesorio, una mala decisión pudiese terminar de enterrar cualquier posibilidad de resurgir fuertemente en el corto plazo. Y con esto no me refiero a nadie en particular solo es un comentario lógico y fundamentado.
Tantéate chamaco
Mientras éste jovenaso ya repartía puestos en su administración, acomodando amigos y compromisos, recibió una llamada nada menos que de él S.G.de Gobierno, pidiendo se contactara con el “1”. Al hacerlo y ser cuestionado primeramente de que sí todos los acomodados eran panistas de militancia comprobada, repentina y tajantemente se le dijo; “Acomoda unos dos o tres de tu gente cercana pero párale allí, que los demás los pongo yo”.
Quizá pensó que en esto de la política el haber invertido mucho dinero en campaña le daría no solo su espacio, sino libertad de hacer y deshacer o que su terruño no despertaría interés del jefe, pero….
Bienvenido a las ligas grandes.
En el corral existe un vacuno con “los criadillas” bien puestos y más vale no le bufe por que no le vaya a dar una buena envestida.