Columna/Reporte Tamaulipas
Lunes/31/Octubre/2016
Se acerca el día en que a lo largo y ancho del territorio nacional, e incluso más allá de nuestras fronteras los mexicanos recordamos a nuestros difuntos y con esa acción le demostramos al mundo que somos los únicos que nos reímos de la muerte al recordar a quienes se nos adelantaron en el camino ya que lo hacemos con gran celebración.
Celebrar el Día de Muertos, una tradición muy nuestra, es cuando al menos se acude al panteón para limpiar las tumbas, dejar ofrendas florales, rezar por los que se adelantaron en el camino, de esa manera nuestro pueblo sigue conservando su esencia, respetando sus tradiciones, entre lágrimas, risas, canciones y oraciones.
Ahí es donde refrendamos lo excepcional que somos los mexicanos, que hemos aprendido a darle al tiempo buena cara, hacer fiesta por más complicada que sea la vida, reímos de nuestras desgracias y en el Día de Muerto, en la casa de la muerte, los panteones, convivimos en armonía
Montamos altares y hasta sentimos que ese día convivimos con los difuntos, aunque quizá en las ofrendas no vaya todo lo que en vida les gustaba, digo, hasta hoy no hemos visto en el altar de alguien que fue político carteras repletas, ni burdeles, menos actas de corrupción o cinismo, ¿o será que la muerte les purifica?, a menos que ya muertos todos sean santos y fieles.
La situación es que en todo el territorio nacional celebraremos el Día de Muertos como cada año, el 2 de noviembre, aunque acá en Tamaulipas parece unos lo celebran y otros lloran desde el 5 de junio.
Los panistas celebran aun el 5 de junio, fecha en que dejaron de ser PAN de muertos, los priistas no tienen nada que celebrar, es hasta una fecha que quisieran olvidar pues desde ese día andan como alma en pena, murió su mandato, fenecieron sus ilusiones y ambiciones, veremos si los tricolores a sus esperanzas el 2 de noviembre les montan un altar esperando en el 2018 puedan a la vida regresar.
El PAN terminó en Tamaulipas con la leyenda del pan de muertos, ahora está vivo y coleando y su altar quizá solo será para MANUEL GOMEZ MORIN, mientras que en el PRI se empeñan en morir, hoy parece están tan muertos que ni las tradiciones sus gentes recuerdan.
Lo que son las cosas, aun hace un año desde días antes al 2 de Noviembre aparecían por todas partes altares de muertos con la fotografía de RODOLFO TORRE CANTU, priistas y advenedizos se hacían presentes, ¿Dónde están ahora?
Hasta hoy en ningún edificio del tricolor se ve camino de luz, se apagaron las velas, ¿los altares para RODOLFO se fueron con el sexenio?, ya de un altar para LUIS DONALDO COLOSIO mejor ni hablamos.
En fin, el caso es que mientras a lo largo y ancho del territorio nacional se celebrara el tradicional Día de Muertos, acá en Tamaulipas muchos tricolores cerca del rio le hacen competencia a la llorona, ella llora por sus hijos, ellos por el poder, dicen que ya ni si quiera en estas fechas un pedazo de pan de muertos quieren comer porque con eso de las auditorias no sea que lo tengan que devolver.
Unos piensan que el PRI no está muerto, que solo se fue de parranda, que se embriago de poder y fue ahí donde perdió hasta la dignidad, pero que renacerá de entre las cenizas, aunque muchos de los mismos priistas dicen que ahora son RIP.
Como dijera LUCIA MENDEZ, son alma en pena que van arrastrando cadenas y es su condena, y si, si lo es porque cuando vivían cobijados en los presupuestos se olvidaron del pueblo al que dejaron morir de decepción y el 5 de junio revivió solo para cobrarles las afrentas.
Total, que los muertos políticos revivan como puedan y los que están en la gloria hagan su chamba para que luego no resulten con su PAN de muerto.
Mientras tanto los mortales recordamos a los fieles difuntos y se montan altares de muertos en su honor, entre flores, incienso, cal, velas, las ofrendas llenas de amor dan sabor y color.