Los alimentos transgénicos o modificados genéticamente (GMO) han estado en la punta de lo polémico debido a que han sido señalados como propulsores de enfermedades y, en contraparte, como un beneficio porque resisten a plagas o sequías, pero ¿por qué están siendo prohibidos en varios países del mundo, entre ellos México?
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos “las controversias y la preocupación pública en torno a los alimentos y cultivos GM generalmente se centran en la seguridad humana y ambiental, el etiquetado y la elección del consumidor, los derechos de propiedad intelectual, la ética, la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la conservación del medio ambiente. Con esta nueva tecnología en manipulación de genes, ¿cuáles son los riesgos de “manipular a la madre naturaleza?”.
Según el documento, el primer país en comercializar transgénicos fue China a principios de los 90; posteriormente, la Administración de Drogas y Alimentos do luz verde al tomate que retrasa su maduración después de recolectado.
“En 1995, pocos cultivos transgénicos recibieron aprobación comercial y esto incluye canola con composición de aceite modificado (Calgene), Bacillus thuringiensis(Bt) maíz / maíz (Ciba-Geigy), algodón resistente al herbicida bromoxinil (Calgene), algodón Bt (Monsanto), papas Bt (Monsanto), frijoles de soya resistentes al herbicida glyphosate (Monsanto), calabaza resistente al virus (Asgrow ) y tomates de maduración tardía adicionales (DNAP, Zeneca / Peto y Monsanto)”.
Los alimentos transgénicos o modificados genéticamente han sido creados por científicos para controlar la aparición de ciertas enfermedades, pues al modificar su ADN crecen más rápido que los cultivos que se siembran tradicionalmente. Sin embargo, el doctor Joseph Mercola, quien se ha dedicado a estudiar el impacto de estos alimentos, publicó en su sitio web que los estudios de alimentos genéticamente modificados han mostrado tumores, muerte prematura, insuficiencia orgánica, lesiones gástricas, daño hepático, daño renal, reacciones alérgicas y más.
Además de que las semillas tienen patente y no pueden guardadas ni ser cultivadas con total libertad, señaló el especialista. Aunque hay corrientes que apoyan la siembra y recolección de alimentos transgénicos, por el momento, esta práctica no tendrá autorización de cultivarse en México por instrucción del gobierno mexicano.
Vía: El Universal.