Reportan 3 muertos en operativo para liberar rehenes en Sidney

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Agencias/Reporte Tamaulipas    
Martes, 16 de Diciembre del 2014        

Sidney.-Las fuerzas de seguridad australianas pusieron ayer fin al secuestro en Sydney de 17 personas, que concluyó con la muerte del secuestrador y dos rehenes, además de cuatro heridos; el asalto fue protagonizado por un clérigo radical de origen iraní con antecedentes penales.

Tras 16 horas de secuestro y después de haber intentado negociar, la policía decidió irrumpir en el café de la chocolatería Lindt en Sydney. Poco antes habían logrado salir del lugar seis rehenes, que se sumaron a otros cinco que consiguieron escapar en las horas previas.

La policía decidió entrar en el local porque estaba convencida de que si no lo hacía “habría habido más muertos”, explicó horas después el comisario general de policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione. Antes habían acordonado y desalojado la zona, incluida la famosa ópera de Sydney.

“La policía entró como resultado de un intercambio de disparos en el lugar”, explicó ante la prensa. Scipione confirmó además el número de personas que se encontraba en la cafetería en el momento del secuestro, que hasta entonces no se conocía con exactitud.

Según Scipione, el secuestrador actuó en solitario y los australianos “no deben cambiar” su vida. Mike Baird, el primer ministro de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sydndey, habló de un “ataque malvado y repugnante”.

El secuestrador entró en el café, situado en la céntrica Plaza Martin, sobre las diez de la mañana (local) y retuvo a numerosos empleados y clientes. La policía todavía no tiene claros cuáles fueron sus motivos, aunque según varios medios exigió en varias ocasiones hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott.

La policía identificó al secuestrador como Man Haron Monis, un iraní de 49 años que contaba con asilo político en Australia, a donde llegó en 1996. Según la prensa se trata de un radical que se define como clérigo y que estaba en libertad bajo fianza, acusado como cómplice en 40 casos de abusos sexuales y en el asesinato de su exmujer, que murió apuñalada y quemada en un departamento de Sydney en abril de 2013. .

“Seguramente cree que no tiene nada que perder”, indicó durante la toma de rehenes en declaraciones a la cadena de televisión ABC el abogado que lo defendió el año pasado,
Manny Conditsis. “Su ideología es tan fuerte y poderosa que nubla su percepción del
sentido común y la objetividad”, agregó.

El secuestrador obligó en varios momentos a los rehenes a sostener contra una de las ventanas del local una bandera negra con la “Shahada”, la profesión de fe islámica, escrita en letras blancas: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Una bandera similar es usada por los yihadistas del Estado Islámico.

En las imágenes captadas por los medios se veía a un hombre de mediana edad con una corta barba cana y una cinta negra con inscripciones en árabe en la cabeza.

El gobierno de Irán condenó ayer la toma de rehenes y aseguró que el secuestrador era un perturbado mental. Según la portavoz del Ministerio de Exteriores Marsieh Afcham, Teherán informó en varias ocasiones a las autoridades australianas sobre el desequilibrio mental del predicador.

El hombre emigró hace casi 20 años a Australia y solició allí asilo, explicó la portavoz.

Australia elevó su nivel de alerta antiterrorista del nivel tres al cuatro en septiembre, dejándola sólo un escalón por debajo de la alerta máxima. La policía descubrió en una gran redada un plan para decapitar a un civil en un lugar público del país. La nación participa con varios cientos de soldados de élite y aviones en la alianza internacional contra el Estado Islámico que lidera Estados Unidos.

Abbott condena ataque

El primer ministro Tony Abbott calificó de “espantosa” la toma de rehenes en Sydney.

Es “indescriptiblemente trágico” que esas personas se hayan visto involucradas en un “acontecimiento tan espantoso” al ingresar en un café, sostuvo.

El hecho, en el que murieron el atacante y dos de sus rehenes, muestra que también un país libre como Australia puede ser objetivo de esta violencia motivada políticamente, agregó.

Abbott consideró que llevará algún tiempo esclarecer todos los hechos. “Aprenderemos lecciones de ello, pero aún no sabemos muy bien qué lecciones”, señaló.

“Este (Monis) es un individuo fuera de lo común. Esto no se trata de un hecho de terrorismo o un acto concertado”, manifestó su exabogado, Manny Conditsis, en declaraciones a la corporación Australian Broadcasting.

Lanzan campaña de apoyo

Por medio de redes sociales como Facebook y Twitter, miles de usuarios mostraron su apoyo a musulmanes que viven en Australia quienes temen que lo sucedido en el café de Sydney genere una reacción negativa hacia las personas que profesan el Islam, aseguró ayer la cadena británica BBC.

Todo inició con la publicación en Facebook que hizo Rachel Jacobs, diciendo que vio a una mujer que se quitaba su Hijab (manto con el que cubren su cabeza) mientras se sentaba a su lado en el tren: “corrí hacia ella en la estación. Le dije póntelo de nuevo. Caminaré contigo. Ella empezó a llorar y me abrazó por casi un minuto, después se marchó”.

Posteriormente con un tuit del usuario @sirtessa que decía: “Si regularmente tomas el bus 373 entre Coogee/MartinPl, usas vestimenta religiosa y no te sientes seguro estando solo: Yo viajaré contigo. Escríbeme para coordinar”, se generó una campaña espontanea en la que los australianos no musulmanes proponen acompañar a islamitas para que se sientan más seguros durante su trayecto.

De acuerdo con Twitter Australia en dos horas ya había 40 mil tuits que utilizaron el hashtag #Illridewithyou (viajaré contigo) y después de cuatro horas este número aumentó hasta 150 mil.

La campaña sigue creciendo, mientras que decenas de mujeres que usan Hijab corresponden al llamado, y con esto sienten gran apoyo, destacó la cadena británica BBC.

De la Redacción

Clérigo inmerso en violencia

Man Haron Monis, quien entró en un café de Sydney, Australia, y secuestró a las personas que había en su interior, es un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, perteneciente a la línea dura y con antecedentes por violencia.

El autor del secuestro nació con el nombre de Manteghi
Bourjerdi en 1964 en Irán, antes de mudarse a Australia como refugiado, en 1996.

La nueva vida requería un nuevo nombre y adoptó el de Man Haron Monis y el título de jeque Haron, aunque a veces ha usado el alias de Mohammad Hassan Manteghi, según el diario local Sydney Morning Herald.

Acusado de violación

Entre los años 2000 y 2002 trabajó en Wentworthville, un suburbio de Sydney, como chamán o curandero y otras actividades que llevaron a la policía a detenerlo el pasado marzo, acusado de haber abusado sexualmente de una clienta de aquella época.

La querella la presentó una mujer que, cuando tenía 27 años, acudió con Man Haron Monis a través de un anuncio de periódico, en el que se presentaba como experto en astrología, numerología, meditación y magia y remitía a los interesados a una clínica.

La denunciante sólo asistió a dos sesiones y en ambas el curandero abusó sexualmente de ella, aunque lo encubriera con sus supuestas técnicas de curación espiritual y la advirtiese en contra de decir nada a nadie, de acuerdo con la policía.

Man Haron Monis aseguró que el proceso está políticamente motivado y se comparó con Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para no ser extraditado a Suecia, donde se le busca por supuestos abusos sexuales.

La próxima comparecencia de esta causa de abuso sexual está fijada para el 27 de febrero de 2015 en Australia.

Rechaza intervención

Entre 2007 y 2009, Haron y su compañero Amirha Droudis lideraron una campaña de protestas contra la intervención militar de Australia en Afganistán.

La iniciativa consistió en enviar cartas o postales a los familiares de los soldados australianos muertos en suelo afgano, en las que les instaban en términos denigrantes a solicitar al gobierno australiano que se retire de Afganistán.

En 2009, el supuesto clérigo iraní se declaró en los tribunales de justicia australianos un activista pacífico y en una ocasión se encadenó para protestar contra los cargos presentados contra él por enviar las misivas.

El autodenominado jeque Haron fue condenado a 300 horas de servicio comunal y dos años de libertad condicional en septiembre de 2013.

Dos meses después, la policía volvió a presentar cargos contra él, como cómplice en la muerte de su exesposa, Noleen Pal, con quien tuvo dos hijas.

En esta ocasión, Monis culpó a los servicios secretos australianos de esta maniobra para encarcelarlo.

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