Mas Que Palabra
Yadira Herrera
Claro que Tamaulipas huele a Corrupción, ya que hablar de Tomás Yarrington no es hablar de Cualquier cosa.
El ex Gobernador del estado TYR después de su detención, ha sido y será la preocupación de muchos, pues su caída, es sinónimo de tantos malos y buenos comentarios en el argot político de todos los niveles.
Tomás Yarrington, no le pone fin a una era de impunidad, sino que empieza la nueva era de hacer del pulverizado “Tomás” lo imaginable, si bien en cierto que Pedro negó Jesús tres veces, aquí dentro o fuera del PRI la negación será peor.
Tamaulipas huele a Corrupción, pues con la caída de uno de los grandes, habrá quiénes se van a purificar y hasta ponerlo en la Cruz, como lo hizo el primer priista de este país Don Peña Nieto.
Tamaulipas huele a Corrupción desde hace muchos años, tantos que no fueron suficientes para ver como caníbales cada uno de ellos se iban comiendo, porque les gano la ambición, el poder, la avaricia y no les importo los colores de su partido, al cual son los de nuestro México, si señores, nuestra Nación, una Patria desgarrada por la vergüenza y por tanta impunidad que existe a lo largo y ancho de nuestro país.
Tamaulipas huele a Corrupción con Cavazos Lerma, con Eugenio Hernández, con Egido Torre, con toda esa Cofradía de actores políticos que se sirvieron a lo grande y que su séquito de malos servidores públicos se los permitieron, y como no hacerlo si es mas fácil ser el nuevo rico, que seguir ” jodido” aunque pierda mi dignidad.
Tamaulipas huele y por un largo tiempo seguirá oliendo a Corrupción, pues en su aire lleva lo denso de la política mala, en sus aires lleva la cosecha de una mala siembra, donde los maizales se pudrieron y contaminaron a muchos hombres y mujeres que vieron de Tamaulipas un botín al cuál no hay para cuando acabárselo.
Tamaulipas huele a Corrupción y Yarrington es la columna vertebral de esos olores fétidos, que arrastraran a los malos del PRI.