YADIRA HERRERA
Victoria, Tamaulipas.- “ Ahorita llegando a la casa te voy a pegar”,,, “pero porque”? porque tengo ganas?…. A sus escasos 13 años “Nery” como le decían de pequeña ya había cambiado sus sueños e ilusiones por el llanto, los biberones y pañales de su primer hijo. En menos de año dejo atrás su inocencia y paso a ser niña-mama.
Quien se iba a imaginar que la vida le cambiaría, por decir que estaba muy enamorada del novio que tuvo en la secundaria y que a sus escasos 13 añitos ya era madre, y que su esposo casi al instante de estar juntos la tupia de golpes.
“Nery” en varias ocasiones fue a dar al hospital con costillas rotas, perdida de piezas dentales, hematomas, y todas las marcas de la violencia domestica que se puede quedar marcada en la piel. Mario, que con el menor pretexto la agredía hasta cansarse, pasando de los insultos a los golpes y de los golpes a las peores humillaciones y vejaciones que se le pueden hacer a una mujer. Nadie podía con él, ya que el alcohol y la droga hacían en él, una mezcla perfecta para hacer su voluntad y llevar acabo las peores atrocidades que podía hacerle a su mujer. Al fin que ella era de su propiedad, y la familia de ella o de él no hacían nada al verla tirada molida a golpes, bañada en sangre, y porque no hasta abusada sexualmente, “eso era normal” es la regla son problemas de pareja y nadie se debe de meter.
“La violencia contra las mujeres es el pan de cada nuestro y lo más terrible que se sigue padeciendo en silencio, quedándose entre las cuatro paredes ya que a pesar del avance que se tiene en la cultura de la denuncia, falta mucho por hacer, conciencias que mover.
En Tamaulipas como en el resto del país tiene nombre y apellido la violencia durante el noviazgo últimamente se ha convertido en un verdadero tormento para miles de jovencitas que tienen que soportar los abusos físicos y psicológicos de sus parejas, según especialistas las agresiones a esta edad se van incrementando cada vez más:
10 señales para reconocer la violencia de género
-Te pone apodos o te llama de maneras que te desagradan, sobre todo en público.
-Ha intentado chantajearte sentimentalmente, o lo has descubierto mintiendo y engañándote.
-Trata de controlar tus actividades, con quién sales, revisa tu celular e incluso te hace prohibiciones.
-Te cela, insinúa que andas con alguien más, o te compara con sus ex novias.
-Ha destruido alguna posesión tuya (cartas, regalos, celulares). Identificas que te “manosea” o hace caricias agresivas.
-Te ha golpeado argumentando que es “de juego”.
-Ha ocurrido violencia física: cachetadas, empujones, patadas hasta puñetazos.
-Amenaza con golpearte, encerrarte, dejarte o incluso con matarte.
“Si me pega es porque me quiere”, “yo tuve la culpa”, “yo lo provoque”.
Son las frases más comunes que escuchamos jovencitas cuando son víctimas de violencia principalmente por parte de su pareja, sobre todo esto ocurre en el noviazgo.
Si nos vamos a los indicadores oficiales. dibujan un panorama terrible en Tamaulipas; pues nueve de cada diez mujeres han tenido noviazgos violentos, seis de cada diez viven violencia con su actual pareja, 9 de cada 100 mujeres padece violencia física, 8 de cada 100 viven violencia sexual, 38 y 29 de cada 100 experimentan violencia emocional o económica, respectivamente; 90% de las víctimas son mujeres y el 30% de ellas prefieren guardar silencio sobre su maltrato; esto de acuerdo a encuestas realizadas por el Consejo Estatal de Población en más de mil mujeres.
Los reportes policíacos; dibujan con precisión el rostro amargo de mujeres que reflejan una realidad cotidiana; en donde jovencitas a muy corta edad ya sufren los estragos sin que sus padres lo sepan de una violencia en el noviazgo.