Cabeza de Vaca y Maki: el acuerdo

Sabado, 13 de Diciembre 2014 / www.reportetamaulipas.com    
Héctor Garcés      
Columna: El Kiosko 

Hasta no hace mucho tiempo, prácticamente se odiaban. Vaya, ni siquiera se dirigían la palabra. Entre ellos, no existía diálogo alguno.

Pero bien dicen que la política es como la lucha libre, deporte espectáculo en el que los atletas pueden sostener acérrimas rivalidades, pero un día -por decisión de las empresas que los manejan- deciden ser los mejores amigos para combatir a sus nuevos enemigos.

Algo así sucedió entre los senadores panistas tamaulipecos, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Maki Ortiz Domínguez, ambos nativos de Reynosa, quienes hasta la pasada elección en la que se disputó la presidencia nacional del PAN eran adversarios cuya animadversión parecía imposible que concluyera algún día.

En alguna ocasión, por ejemplo, cuando ambos eran candidatos de Acción Nacional al Senado de la República en el proceso de 2012, fueron invitados a un programa de debate político electoral transmitido por Canal 24 de Televisa del Golfo.

El pleito llegaba a tal grado, que durante toda la transmisión nunca se dirigieron la palabra entre ellos. Es más, se cuenta que cuando llegaron, por separado, ni siquiera se saludaron. Tampoco se despidieron.

Los panistas coincidieron en varios actos de campaña, sonreían juntos ante los ciudadanos, pero en realidad nunca hubo química entre los dos aspirantes a senadores. Ni siquiera el arrollador e histórico triunfo que obtuvieron en las urnas, ayudó a mejorar la relación entre ambos.

Esa confrontación se mantuvo hasta la pasada elección por la presidencia nacional del PAN, cuando Maki Ortiz se la jugó con todo a favor de la reelección de Gustavo Madero, mientras que Cabeza de Vaca apoyó al calderonista Ernesto Cordero.

Como todos saben, el ganador de la lucha blanquiazul fue Gustavo Madero. Con esa victoria, la senadora tamaulipeca, muy amiga por cierto de Margarita Zavala, ex Primera Dama del país, creyó que le iba a ir muy bien y pidió al reelecto dirigente nacional una cartera en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.

El descendiente de Francisco I. Madero la escuchó, pero nomás no le cumplió. Esa actitud del líder panista, quien luego solicitaría permiso para separarse del cargo, molestó muchísimo a Maki Ortiz.

A partir de esa molestia, Maki Ortiz tomó distancia de la corriente maderista, la que impulsa las aspiraciones de Carlos Canturosas Villarreal, alcalde de Nuevo Laredo, por ser el candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas.

En ese contexto, la senadora escuchó los consejos del calderonismo (recuerde estimado lector que ella es amiga de Margarita Zavala, esposa del ex presidente de la república Felipe Calderón) para que se acercara con quienes ellos ven con mayores posibilidades de ser nominado por el blanquiazul a gobernador del estado: Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

De esa forma, hace varias semanas, en la Ciudad de México, se registró lo que parecía imposible que sucediera algún día: una conversación privada entre los senadores panistas Maki Ortiz Domínguez y Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Producto de ese encuentro fue la conciliación de intereses entre ambos y el apoyo de la senadora al proyecto político del senador hacia la elección tamaulipeca de 2016. Así es: si Cabeza de Vaca llega a ser senador, ella sería la secretaria de Salud del primer gabinete estatal de extracción panista en la historia.

Por supuesto, el acuerdo entre ambos también era necesario para hacer frente a la constitución del Bloque Nuevo Laredo-Matamoros, conformado por los alcaldes Carlos Canturosas y Leticia Salazar, quienes decidirán, en su momento, el que vaya como precandidato por medio de encuestas, aunque algunos suponen que el favorito es el agente aduanal.

La negociación establecida con Maki Ortiz es parte de una serie de acuerdos tejidos por Cabeza de Vaca para sumar simpatías al interior de Acción Nacional, cuestión que antes no sucedía (tal vez asesorado, en ese entonces, por el ala radical): Agustín de la Huerta Mejía, Marco Antonio Moctezuma Simón, Marcelina Orta Coronado y Bonifacio Bandala Olivo ahora se la juegan con el reynosense.

Es más: se afirma que la jugada de Juan García Guerrero es parte del diálogo de los senadores azules, a fin de dividir el voto de las huestes del Bloque Nuevo Laredo-Matamoros. La versión tiene lógica en la serie de movimientos registrados en el panismo estatal.

Cómo estarán las cosas al interior del PAN tamaulipeco, en el contexto de amarres y desamarres rumbo al 2016, que se habla de la posibilidad de un acercamiento del diputado local Francisco Javier Garza de Coss con Francisco Javier García Cabeza de Vaca. ¡Para Ripley!

Así las cosas en ‘el bolillo’, seguramente veremos todavía más sorpresas rumbo a las elecciones de los dos próximos años, cuando el futuro de Tamaulipas se encuentre en juego.

 

UNA MANO NEGRA Y APESTOSA

Todo apunta a que Ricardo Gamundi Rosas, quien añora sus años de gloria, fue quien filtró los documentos -¿falsos?- con los que se pretende manchar a Homero de la Garza Tamez, secretario de Desarrollo Social del gobierno del estado, en supuestos ilícitos, investigados, según esto, por autoridades de Estados Unidos.

El objetivo de la mano negra: descarrilar a quien ha sido el mejor hombre del gabinete estatal en la carrera por la candidatura del PRI a la diputación federal por el Quinto Distrito, con cabecera en Ciudad Victoria, y de paso, de la competencia sucesora.

Pero, bien dicen, el que nada debe, nada teme. Y así se encuentra Homero de la Garza, quien ya lo dijo: fueron sus adversarios políticos. Y uno de ellos se llama Ricardo Gamundi. Y hay otro que, bajo los efectos del alcohol, juró que el titular de la Sedesol estatal no llegaría a ningún lado (son los mismos que quisieron pescar en medio de la tragedia en 2010 -eso nunca se debería de olvidar-).

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