Calero es despedido en el Estadio Hidalgo

Por: Agencias/

Pachuca.- Aunque la mayoría no recuerdan al Pachuca campeón del torneo mexicano de futbol, la nostalgia de sus padres los contagió. Son niños, muchos de ellos menores de 10 años de edad, quienes también sufren la pérdida de Miguel Calero.

Ellos, como Arturo Viana, un niño de 9 años, ni siquiera saben que los “Tuzos”, con Calero en su portería, fueron campeones por última vez en el torneo Clausura de 2007, hace ya un lustro, cuando apenas tenía cuatro años.

Arturo acompañó este miércoles a su papá, del mismo nombre, al estado Hidalgo, en donde, junto a otras cinco mil personas, le dieron el último adiós al arquero colombiano, tras una misa de cuerpo presente.

Sin saber qué expresar, el niño Arturo sólo atinó a decir que “lo extraña”, al portero colombiano que ayudó al Pachuca a lograr cuatro campeonatos de la liga mexicana y otras seis copas internacionales.

Arturo padre y Arturo hijo se ubicaron en las tribunas, junto con la barra Ultratuza, la cual en ningún momento dejó de cantar y gritar porras para el arquero, en una despedida emotiva.

Por su parte, Luis Solís, integrante de la barra Ultratuza, explicó que la intención es rendir un pequeño homenaje “para el más grande”.

“Calero siempre fue amable con nosotros, con los aficionados y siempre tuvo tiempo para tomarse fotos o dar autógrafos, además se brindó en la cancha y llevó al equipo a varios títulos. Por eso nunca lo vamos a olvidar”, dijo con lágrimas en los ojos.

Afuera del estadio Huracán, como muestra de cariño, aficionados “tuzos” pusieron una ofrenda y montaron guardias para desear “buen viaje” al “Cóndor”, quien falleció el mediodía del martes en un hospital de la Ciudad de México.

Entre los mensajes colocados en las puertas del estadio se leen algunos de aficionados de Monterrey y Veracruz.

Sobre el puente vehicular frente al estadio Hidalgo, la porra del Pachuca extendió mantas y en el poliforum José María Morelos y Pavón colocaron una camiseta gigante de los “Tuzos”, en señal de duelo.

La ceremonia litúrgica, programada para las 13:00 horas en el estadio, fue retrasada hasta después de las 14:00 horas y estuvo enmarcada por un pequeño altar en la mitad del campo, en una cancha que fue adornada por los trofeos que obtuvo el equipo cuando Calero era guardameta.