Costa Azul y la divinidad

Estábamos en Gómez Farías; una fracción alucinante de la naturaleza tan fantástica y profunda, que más adelante nos mostraría una realidad intangible a la que sólo es posible entrar dopados con los sentimientos más puros, como un cuento de hadas, ¡sí! como un cuento de hadas para dar libertad al espíritu; de hecho, ese fue el precepto con el que empezó su charla el maestro DIEGO FERRANDO, al decir que necesitaba libertad para moverse en el escenario sin la atadura que representaba el cable del micrófono que lo condicionaba a estar quieto en un solo lugar y sin la posibilidad de inspirarse en lo que iba a decirnos, por eso cuando llegó el inalámbrico se escuchó un respiro de alivio y fueron saliendo las ideas para describir una dimensión desconocida para la mayoría de los que estábamos ahí, que rayaba en la locura, pero al fin y al cabo, de eso se trataba, de traspasar los elevados planos desconocidos, y nos recordó las historias más sorprendentes de ritos y conspiraciones que se fueron distorsionando a través de la historia, para proteger el secreto, tal y como DAN BROWN lo refiere en el libro El Código Da Vinci, un poco exagerado por supuesto, pero con rasgos de veracidad oculta entre sus páginas para entrelazar la búsqueda eterna de la verdad, y prepararnos para la otra vida, porque existe una Ley del Eterno Retorno, que el maestro DIEGO no lo mencionó, pero la teoría refiere que el alma jamás muere y cuando morimos, hablando del cuerpo, volvemos a nacer, así de simple, como la cinta argentina No te mueras sin decirme a dónde vas, bellísima por cierto que nos transmite mucha información sobre el tema, y que ese día, instalados en el auditorio del ayuntamiento al aire libre, FERRANDO nos fue llevando de la mano para entender el poder que existe oculto dentro de nosotros y al que sólo es posible acceder si estamos preparados, despojados de toda la serie de elementos nocivos para el espíritu, e influenciados por los nobles sentimientos regidos por el amor, y entonces experimentar sensaciones increíbles y mágicas que nos dimensionan como una fractal de Dios; esa parte divina y sorprendente que se manifiesta en los seres iluminados, tan extraordinarios como fascinantes, y van como ejemplos, KRISHNA, BUDA, JESUS, MAHOMA, y SAINT GERMAIN, claro, para llegar a estos estados de la conciencia se requiere de disciplina y tenacidad, pero se puede.