Cual miseria, cual hambre, “todo es bonanza económica”

MUESTRA

José Walle Juárez/Reporte Tamaulipas    
Sabado, 24 de Enero del 2015      

No cabe la menor duda que funcionarios de alto tonelaje se burlan de los  millones de mexicanos que viven en condiciones infrahumana, aprovechando su condiciones de “ciudadano inferior” para cacarear lo inadmisible, lo difícil, lo increíble de creer: la bonanza  económica que predomina en los hogares del campo y la ciudad  cuando en la práctica todo es lo contrario.

 No se necesita tener ningún grado de estudios y menos tanta memoria como para no entener lo que está sucediendo en México, un país que va más hacia la dependencia alimentaria del extranjero que producir lo que necesita.

 Por eso cuando el presidente del Banco de México, Agustín Cersten es obligado a mentir -¿ o no?- y decir que el peso continuará bajo control este año, hay que creerle lo contrario, porque para allá por el mes de junio, pasadas las elecciones, si no es que días antes, explotará la bomba económica, con funestas consecuencias, irreversibles, que nos llevará hacia espacios mayores de pobreza extrema.

 Agustín Cartens dice: “estamos confiados en que el peso permanecerá bajo control durante este año por la buena situación macroeconómica del país. Hay razones de fondo (en México) que van a mantener la cotización del peso bajo control en 2015, declaró el responsable del banco central, que este jueves comenzó su participación en el 45 Foro Económico Mundial de Davos. Carstens no descartó sin embargo que pese a los buenos fundamentos pudiera haber movimientos en la cotización de la divisa mexicana.

 Hay bastante volatilidad. Ha habido una apreciación general del dólar prácticamente contra todas las divisas, reconoció Carstens, quien mañana intervendrá en un debate organizado en el foro de Davos, al que también asiste su predecesor, Guillermo Ortiz.

 Pero los fundamentos fuertes de México lo van a mantener relativamente bien anclado, reiteró el funcionario. Señaló que en 2015 “la realidad muestra que las perspectivas de México son mejores que las de Latinoamérica, que está más afectada por la baja en los precios de las mercancías básicas.

 México, si bien se ha visto afectado por la caída del precio del petróleo, tiene una fortaleza macroeconómica bastante importante, indicó. Y con las reformas estructurales y la recuperación de la economía de Estados Unidos va a poder tener un crecimiento económico bastante mayor que la mayoría de países de Latinoamérica, estimó.

 Hasta ahí parte de su fantasiosa historia que no puede ni él mismo rebatir ante la estrepitosa caída de los precios internacionales en el petróleo, algo exactamente parecido en aquella macro devaluación del pasado reciente, después de que aquel presidente-José López Portillo y Pacheco- en un claro ejemplo de demagogia e indignidad lloró ante los mexicanos por no haber logrado defender el peso como a un perro.

 México está cambiando, sí pero a la inversa, contra los buenos propósitos del presidente Enrique Peña Nieto, que no puede contener a una turba de mexicanos que protestan por el secuestro y asesinato de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapan, menos ha evitado que los actos antisociales se sigan dando en todos los rincones del país.

 Lo cierto es que México se está empobreciendo cada vez más, mucho más de lo inimaginable, como también el presidente Peña es exhibido por su inexplicable enriquecimiento multimillonario, mientras que el Ejército se está cansando de tantos desatinos de su Comandante Supremo, de las movilizaciones sociales que los llevan a cometer también errores en la aplicación de su combate al narcotráfico.

 En medio de toda esta volatilidad financiera, el siempre sonriente rostro de un niño, aunque todo andrajoso, con su carita chorreada y sin zapatitos, pide a la madre desesperada un taquito de frijoles, una tortillita caliente o un  dulce para mitigar el hambre, hambre que no ve Don Agustín Cartens, el primer hombre de México que debió poner el ejemplo desde un principio, sometiéndose a una rigorosa disciplina alimentaria para bajar de peso, haber si apretándose un poco el cinturón entra en los zapatos del pobre, del campesino, del albañil, del barrendero, del jornalero, del niño o del hombre que sale a pedir un pedazo de pan  y…  

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