Día de Muertos, celebración mexicana Patrimonio de la Humanidad

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Agencias/Reporte Tamaulipas
Sabado,01 de Noviembre de 2014  

 Mexico.- Si existe una festividad y representación cultural que defina a México es la celebración del Día de Muertos. Todo el país prácticamente se apresta a la celebración con las diversas variantes e interpretaciones de acuerdo con las comunidades, y es justamente esa variedad lo que la enriquece.

 

Para  Amparo Rincón Pérez, jefa de colección del Museo Nacional de las Culturas Populares, la práctica de disfrazarse, usar máscaras o pintura en la cara y el cuerpo, tiene reminiscencias prehispánicas.

 

En el Xantolo se hace una fiesta de recibimiento a los muertos y para espantar a la muerte para que no se los lleve la gente sale a bailar, se disfraza y usa ropa roída. Incluso en las comunidades afromestizas está la tradición del Descarnado o El Viejo, donde usan máscaras para espantar.

 

La fecha actual del inicio del Xantolo en la región huasteca, en la que participan desde tiempos ancestrales las comunidades nahuas, teenek, otomíes y tepehuas, es el 29 de octubre, día en que ya se han recogido las primeras cosechas de elotes y se celebra a San Miguel Arcángel.

 

Si bien la antropóloga considera que los medios de comunicación han influido en los adultos para comercializar todo tipo de trajes y máscaras, asegura que el Día de Muertos se vive de manera distinta y con un sentido simbólico que no hay que perder de vista entre las comunidades agrícolas y, sobre todo, en los pueblos originarios.

 

Es el caso de Cuanajo, Michoacán, localidad ubicada a cuatro kilómetros de Pátzcuaro, donde se coloca una ofrenda distinta a las que se observan en otras regiones del estado.

 

Aquí la ofrenda está en unos caballitos de madera, porque a Cuanajo se le conoce por ser un pueblo maderero. Se hace una ofrenda central en la casa para el muerto del año y dependiendo del cariño de los familiares y quienes lo recuerdan se le lleva un caballo al que se le colocan mazorcas, calabazas, chayotes o tejocotes, comentó Amparo Rincón Pérez.

 

Quien lo recibe está obligado a ofrecer atole y tamales, a manera de un sistema de intercambio. Desde el día 28 ya debe haber ofrenda con comida guisada y hasta el 31 de octubre se reciben caballitos que luego son trasladados al panteón.

 

El 31 de octubre es para los angelitos (niños o personas que murieron solteros hasta los 25 años) y el 1 de noviembre para los adultos, mientras que el día 2 se despide a las ánimas con una fiesta en la que hay comida y cohetes

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