Lunes,04 de Enero del 2016 /www.reportetamaulipas.com
Martin Sifuentes
Columna: En Vivo
En el 2016, la clase política tendrá una prueba de fuego. Los partidos, por igual, se enfrentarán al escrutinio de una sociedad que cada vez los siente más alejados y cree menos en ellos.
El gran reto para ambos, políticos y partidos, será convencer a millones de mexicanos que les ha llegado la modernidad, que se adaptarán a los nuevos tiempo y que por fin, atenderán a la gente en sus demandas, en sus reclamos, que los oirán y tenderán verdaderos puentes de comunicación y de diálogo.
Pero como lo anterior es prácticamente imposible, el año que inicia, en el que habrán de renovarse más de diez gubernaturas, y que de algún modo será una especie de ensayo para lo que vendrá en el 2018, será seguramente el año en que en una buena parte de los habitantes de la republica mexicana les enviará un mensaje a los partidos y a sus candidatos.
Es decir, como no se ven trazos de algún cambio en las formas de hacer política en este país, el hartazgo se manifestara de alguna manera.
No quisieron o no pudieron entender.
Los mensajes previos han sido claros. Fuera del voto “duro” de cada partido, su clientela no aumenta, sino más bien disminuye.
Los jóvenes no quieren saber nada de política. Los adultos cada vez se aleja más y reniegan de tantos años de engaños y promesas incumplidas.
Hoy, dos factores entran en el juego y serán poderosos enemigos de los que han jugado siempre: Las redes sociales y las verdaderas candidaturas independientes.
Ambos elementos se convirtieron ya, en los verdaderos enemigos de los partidos tradicionales.
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