El perdón a Zabludovsky.

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Leobardo Sánchez/Reporte Tamaulipas 
Miércoles, 15 de Julio del 2015 

La muerte siempre exonera, como si filtrara lo más oscuro de tu vida para mostrar sólo la parte amable de ti.Funciona como un acto de perdón social, influenciados quizás por la desventaja que representa para quien está en el ataúd, y la compasión que inspira el dolor humano y claro, el respeto a la muerte.

Eso es lo que podría estar ocurriendo con la muerte de Jacobo Zabludovsky.

En la mayoría de los comentarios y programas de televisión que he visto sobre la vida de este periodista, que acaba de morir, he encontrado una tendencia por respetar la memoria del hombre emblemático de la manipulación noticiosa, cuando fungió como titular del espacio informativo de Televisa.

La mayoría de las personas que he escuchado y leído, se ubican solo en la segunda etapa profesional del periodista, pero parecen olvidar los años de la mentira, cuando adulteraba el curso natural de la noticia.

Las noticias adversas para el gobierno, no salían en la televisión; ese era su trabajo en la televisora: desinformar, y el televisor en aquellos años, era casi la única manera de informarse que tenían los mexicanos.

La protesta por el manejo doloso de la televisora, llegó a manera de hartazgo con “que no te haga bobo Jacobo” de Molotov; una canción que sería el primer martillazo al corporativo, en medio de una sociedad sometida sutilmente al engaño y a la manipulación.

Esa expresión musical resultó del total agrado de la gente, como la denuncia que habían estado esperando y que nadie se atrevía a decir, hasta que la banda dio en el clavo para poner a tono al país.

Hay un programa de análisis político llamado Debatitlán, Los caballeros de la mesa polaca, que transmite todos los viernes El Mañanero, con BROZO.

Ahí escuché un débil esfuerzo por debatir la trayectoria de Jacobo, con analistas como RAFAEL CARDONA SANDOVAL, IGNACIO MARVÁN LABORDE, JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ PRATS, BEATRIZ PAGÉS y BROZO por supuesto, sin embargo al final cayeron en la cuenta de que estando en Televisa jamás pudo informar como él hubiera querido.

Ese programa de análisis y noticias se transmite por Foto Tv, que pertenece a Televisa, no obstante BROZO nunca ha sido tan agachado como los demás conductores de esta empresa.

El juicio rabón al que llegaron en ese programa lo libra de la crítica y lo predispone para el perdón social.

Jacobo no fue un hombre íntegro como periodista; él así lo eligió, y no porque las circunstancias lo hubieran obligado a sacrificar su ética profesional, por eso creo que no podríamos reconocer su trabajo como tal, en todo caso, traeríamos ejemplos como el de CARMEN ARISTEGUI, que sí representa congruencia y firmeza consigo misma, y que no es la primera vez que expone su empleo por defender la verdad.

Si continuamos por esa línea comparativa, la sociedad siempre estuvo agradecida con JULIO SCHERER GARCÍA, que al igual que ARISTEGUI, arriesgó su chamba en el periódico Excélsior como Director en 1976, por presiones del presidente LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ.

Y antes que él, el poeta OCTAVIO PAZ, daba muestra de su convicción política y humanista, al renunciar a la embajada en la India el 4 de octubre de 1968, luego de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco.

PAZ, le renunció al presidente GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, con declaraciones cómo ésta:

“He visto noticieros internacionales, también las fotografías de los corresponsales extranjeros. Las imágenes no mienten. No puedo seguir sirviendo a un régimen de asesinos”

Así demolió a nivel internacional a DÍAZ ORDAZ.

A Zabludovsky, el periodista, le faltó honestidad para ubicarse al lado de las grandes mujeres y hombres, que han contribuido para que este país no se vaya al traste con la generalización.

No dudo de la capacidad que tuvo para el manejo informativo. Fue maestro de varias generaciones; pionero incluso del periodismo televisivo, pero su trabajo periodístico no nos sirve para fines del desarrollo intelectual de nuestro país.

Fue en la segunda etapa profesional de su vida, con programas de radio y como editorialista, cuando mostró ser esa conciencia social que la gente siempre espera de los periodistas, pero ya era demasiado tarde, porque había un daño moral a México, que soportó por muchos años el maquillaje informativo de él.

Por eso me parecen importantes las luces y sombras de esta persona, para acercarnos con mayor exactitud a su vida, y no seguir esa vereda de la historia tergiversada, que en México tanto se estila.

Aunque últimamente pareciera que hay un intento por lavar la imagen de los opresores, que dejaron su huella dictatorial, y va PORFIRIO DÍAZ como ejemplo, para elevarlo como el benefactor del desarrollo.

Si seguimos así, no tardaremos en exhumar los huesos de GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, para disculparlo también, por su hazaña del 2 de octubre.

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