El precio de la fama.

Leobardo Sánchez/Reporte Tamaulipas    
Viernes, 10 de Octubre del 2014           

Para nadie es un secreto que la alcaldesa de Matamoros, NORMA LETICIA SALAZAR VÁZQUEZ, aspira a gobernar a Tamaulipas, y lo hace por  una razón fundamental: ha logrado permear bien en el ánimo de los matamorenses y ahora va en busca de los tamaulipecos.

Cuando conocí a la ahora alcaldesa de Matamoros, me dio la impresión de que era una mujer con talento y con gran conocimiento de la política. Había sido ya, regidora, diputada local y federal.

Era de cierta forma, una mujer formada desde muy temprano en las filas de la política, que le dieron las herramientas para moverse bien en los terrenos hasta entonces exclusivos para los hombres.

Hace un año y medio, estábamos YADIRA HERRERA y yo conduciendo un noticiero por tv en internet, y teníamos como invitada a LETICIA SALAZAR, que era candidata a la alcaldía de Matamoros, cuando de pronto un joven se comunicó con nosotros para decirnos que él y su familia apoyarían a LETY.

Yo supuse que LETY lo conocía, pero resultó que no. La llamada de aquel personaje anónimo cobró importancia para mí, porque entendí el fenómeno social en el que se estaba convirtiendo la hoy presidenta municipal.

Después tuve la oportunidad de ver a esta persona en Matamoros, y para la candidata también resultó una sorpresa, porque nuevamente el joven se comunicó con YADIRA porque quería decirle en persona lo que le había comentado por teléfono en aquella ocasión.

Me queda claro que la popularidad de las personas depende de varios factores que influyen en otros sin que nos demos cuenta, es por decirlo así, el poder de la seducción, o para ponerlo en términos políticos: es el carisma.

No sé exactamente cuál fue la clave que abrió ese día la conexión con esa persona, pero creo que al ver la imagen de LETY y escucharla hablar, cumplieron las expectativas de quien no solo busca un líder que mueva las conciencias, sino que le representa grandes cosas para él.

A un año de distancia, investida como alcaldesa del municipio de Matamoros, LETY ha buscado estar presente en el ánimo de la gente y le invierte tiempo y creatividad a su imagen, que no todos están dispuestos a hacerlo.

He leído comentarios que asegura que su imagen está desgastada, pero yo creo todo lo contrario, que se ha fortalecido su presencia no solo en Matamoros.

Su más reciente idea de posar para una revista como ejemplo de un buen gobierno en temas de seguridad, desató el nerviosismo de muchos, porque estiman que de aquí en adelante, su fama empezará a crecer mucho más.

Y he escuchado que es un gran delito aparecer en espectaculares por varias ciudades de Tamaulipas.

Creo que es una exageración, y todavía peor, tomar como nuestros, los temores de otros, que le están otorgando la estatura de una digna competidora, pero además, su aparición se debe al trabajo desarrollado en un año de administración municipal.

A estas alturas no todos los alcaldes de Tamaulipas podrían presumir de estos logros, y si es así, también deberían promoverlos, para darnos cuenta de cómo se trabaja en los 43 ayuntamientos en favor de los tamaulipecos.

Decía GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: no basta ser el mejor, sino, que se sepa.

Y abonando a esa falsa modestia de Gabo, creo que son contados los alcaldes y alcaldesas que entran en ese supuesto del que hablamos, pero ese es el aroma que trae cada uno, y los conocemos precisamente por lo que hacen o dejan de hacer, ni modo.

LETICIA SALAZAR habrá de sujetarse pues, al precio de la fama, y contrario a lo que le ocurre al gobernador de Guerrero, ANGEL AGUIRRE RIVERO, que se someterá a un referéndum para la revocación de mandato;  a ella los matamorenses le volverían a dar el sí.

leosanchezto@gmail.com