Inocencia Robada

Por: Carlos Cárdenas Valderrama/

Victoria, Tamaulipas.- Paseo dominical, Suburban blanca, una señora con gafas obscuras y tres niños que la acompañan, de edades entre 10, 8 y 6 años, cantando a todo pulmón, esos de los que la chaviza, llama “corridos alterados” “las mas pistiables” y así, es de llamar la atención, que esta canción, hacía alusión, al consumo de drogas, como es posible que siendo, la propia madre de estos infantes, quienes instruyen en la malicia a estos menores, ósea resulta que las personas que más daño hacemos a los menores, somos sus mismos familiares, ni siquiera gente extraña o desconocida.

Dentro de la Psicología del desarrollo moderno, nos indica que dentro de los primeros 6 años de vida los menores, adoptan modelos de conducta, que por lo general, observan en sus casas, vecindarios y escuelas, que por imitación, repiten todo lo que ven, la adquisición de la conducta, se va forjando dentro de este periodo, etapa de desarrollo, donde se deben de inculcar los primeros valores, como el respeto, la amistad, la solidaridad, Los niños pequeños imitan el comportamiento de las personas más allegadas: sus padres, hermanos mayores o profesores. Si en casa existe el respeto mutuo y palabras claves como “permiso” “por favor” o “gracias”; ellos empezarán razonar en cómo se deben conducir. Por el contrario si observan, faltas de respeto, groserías e incluso violencia física, la tendencia es la misma, adoptar, lo que se ve.

La mayoría de personas cree que un niño de 2 años está lejos de entender valores como la amistad, generosidad o la perseverancia. Lo cierto es que en casa o en la guardería aprenden a compartir y a respetar a otros pequeños de su edad siempre en un clima de cordialidad. Pero si a los menores los sacamos de este hábitat de cordialidad y los incursionamos, en un hábitat de violencia tanto física, como mental, el resultado es el mismo; crecer sin la conciencia de que se está actuando de una mala manera, muchas veces los malos hábitos, se pasan de padres a hijos, pues mientras en la infancia aquel niño de padres alcohólicos, siempre observo con naturaleza, el consumo de bebidas embriagantes, como si se tratara de algo normal, es muy propenso que los patrones de conducta se repitan, hábitos como el consumo de alcohol, tabaco y incluso el consumos de drogas, hábitos que muchas veces y quizás sin darnos cuenta, se practican enfrente de los menores de edad.

El aprendizaje puede alterar o reestructurar, la velocidad de la maduración, es decir que con estas conductas, estamos forjando, adultos pequeños, que muchas veces son los mismos familiares, quienes festejan y motivan a estas prácticas inusuales entre los niños. Es muy visto en la actualidad, niños y niñas, escuchando y cantando música con contenido sexual y violento, todo esto a merced de los propios padres, que sin dudarlo y decirles algo,

incluso una llamada de atención, se le festeja al niño, niñas de primaria viendo telenovelas, acompañadas de su propia madre o padre, el niño cantando corridos o canciones de rap o hip hop, con el hermano mayor, niños menores de 10 años que ya le piden a su mama o papa un perfil en facebook, niños de primaria con teléfonos celulares, todas estas prácticas, se vuelven normales, pero esto no debe ser, ni es normal dentro del desarrollo infantil, debemos de rescatar, a nuestros niños y ponerlos a hacer cosas de niños. Como:

Rimas Infantiles.

Promover la lectura (cuentos infantiles)

Retomar juegos y rondas infantiles.

Monitorear constantemente el contenido de lo que miran y escuchan nuestros niños, en la radio, la tv, el internet.

La práctica de algún deporte o actividad cultural (baile, el canto, la pintura)

Realmente sabemos, en manos de quien, pueden caer nuestros hijos, si los descuidamos tanto tiempo, y le dejamos la educación y el entretenimiento a la señora televisión y al internet, que están viendo? Con quien tienen comunicación? En estos tiempos modernos, es muy normal, justificarse y decir, “que todo el día trabajo” “no tengo con quien dejar a los niños” y un sin fin de pretextos para descuidar a los menores.

Existe dentro de las propuestas de algunos partidos políticos, la creación de escuelas de tiempo completo, que permitirían a los padres trabajadores, mantener a sus hijos en buenas manos, realizando actividades culturales y deportivas, mientras los padres laboran, todas estas medidas se pueden ir adoptando y empezar a recuperar y a corregir a nuestros niños, haciendo y poniendo, cada quien su granito de arena, autoridades, padres de familia, profesores, legisladores, incluso los mismos medios de comunicación (fomentando la familia y sus valores)

La agresividad es otra de las dificultades que deben afrontar los niños hiperactivos, y también sus padres, que no encuentran la manera de corregir esta conducta. Veamos algunas actividades orientadas a relajar y lograr el control corporal en estos pequeños. Es importante tener horarios para las labores cotidianas: comer, dormir, ver televisión y hacer las tareas; así la disciplina contribuirá a disminuir los rasgos de hiperactividad. La práctica de algún deporte, canalizar toda esta energía, en algo positivo y productivo, para nuestros niños.

Existen muchas formas de ayuda y gente especializada, psicólogos, instructores, terapeutas que pueden canalizar y corregir a nuestros niños, la pregunta es; cuanta inocencia más les quitaremos a nuestros niños?. El aprendizaje y la maduración van de la mano, pero debemos de poner en la balanza, que deben y que no deben, ver y aprender los infantes, es muy importante mantener una disciplina, en sus actividades diarias y formar niños, que crezcan en un ambiente favorable para su optimo desarrollo, empecemos por nuestras familias y después por nuestras comunidades, tal parece, que crecemos en la cultura, de que no nos importa nada, y muchas veces hasta decimos, “no pues el chamaco, ni de mi familia es” todo esto es motivo para la desidia y regresar al mismo circulo, disciplina señores, disciplina, tanto en la casa como en los centros de estudio, inculcarles siempre: orden, moralidad y buen trato. Hagamos de nuestros niños, mejores ciudadanos, pues sabemos que en los niños está el futuro de nuestro Estado y nuestro País.

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