Jovencitas laboran con albañiles para titularse de ingeniería civil

Redacción/Reporte Tamaulipas
Domingo, 05 de julio del 2015

Vestidas con botas para trabajo de construcción, ropa de mezclilla en manga larga y con cachuchas para evitar las quemaduras del intenso sol, dos jovencitas de 20 años, Perla Alvarado Baltazar y Alejandra Rodríguez, futuras ingenieras civiles,  sudan la gota gorda para cumplir el último requisito antes de titularse: sus residencias profesionales. Mezcladas con hombres maduros de piel curtida por el sol, las jóvenes estudiantes del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, sin ninguna inhibición,  realizan su labor profesional  en obras en proceso de construcción en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) de Nuevo Laredo. Cuestionadas sobre si no les in- comodaba trabajar entre los lla- mados maestros albañiles, ambas coincidieron en expresar que no, pues tanto los señores grandes como los jóvenes se mostraban sumamente respetusos en su trato. “Tal  vez porque nos ven muy chicas trabajando les inspiramos ternura, es interesante trabajar con ellos”, dijo Perla Alvarado. Ocupada en sacar medidas para establecer las dimensiones para una bodega, la casi ya ingeniera señaló que trabajar en la construcción se convirtió en una actividad atractiva  para ella, desde su pre- paratoria, que cursó  en uno de los CBTIS de Nuevo Laredo. Este trabajo es indispensable para poder graduarnos, sostuvo. En su lugar, Alejandra Muñoz calificó las residencias como un trabajo muy valioso, porque era trabajo en el campo, era un trabajo real donde se enfrentan problemas que la teoría no les muestra. La escuela te pide hacer residencias  como un requisito, pero esto, además de aprender, te da conocimiento  en el campo laboral, así, cuando lleguemos a incorporarnos a nuestro trabajo como in- genieras, contaremos con una ex- periencia real, no sólo teórica, en la construcción.