La acotada consulta popular

Jueves, 14 de Agosto 2014 / www.reportetamaulipas.com
Martin Sifuentes 
Columna: En vivo

No se nos olvide que desde marzo pasado, el poder legislativo aprobó  el dictamen para expedir la Ley Federal de Consulta Popular, y que viene incluida dentro de las Reforma Político Electoral.

Es más, en la elección federal del 2015, aparte del voto que emitiremos los mexicanos que vayamos a las urnas, seguramente habrá alguna consulta promovida por los que están autorizados para promoverlas.

Y según esta ley, quienes están facultados para pedir una consulta popular, son, el Presidente de la República, el 33 por ciento de de los diputados o senadores y el 2 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, algo que equivaldría más o menos , hoy en día a un millón 600 mil personas.

Ahora bien, en cuanto a los temas que se podrían someter a consulta en México, dice la mentada ley que ‘”podrán consultarse todos los temas de trascendencia nacional”. Así de ambiguo.

 Y las excepciones?, es decir, lo que jamás se podrá someter a consulta, y que desde luego, , debilita a la ley y la hace cuestionable: No está autorizado hacer consultas sobre derechos humanos  Tampoco sobre la composición de México como una república representativa, democrática, laica y federal.

No se puede hacer consulta sobre la legislación electoral. Tampoco sobre la seguridad nacional.

Y las excepciones incluyen además que no habrá consulta sobre el funcionamiento de las fuerzas armadas y de los ingresos y gastos del estado.

La ley establece claramente que quien organizara totalmente cualquier consulta popular, será el Instituto Nacional electoral, y nadie más.

A diferencia de otros países en donde está permitida la consulta popular, en México esta legislación nació acotada y entre candados.

Imagínese, se harán solamente en elecciones federales, porque resulta que, dice la ley que para que esa consulta tenga efectos vinculantes, es decir obligatorios para todas las autoridades, tendrán que haber participado en ella al menos el 40 por ciento de los ciudadanos de la lista nominal, o sea, nada menos que 30 millones de mexicanos.

En el mes de marzo, cuando se aprobó esta ley, curiosamente hubo consenso entre todos los partidos. Derecha, izquierda y centro, caminaron juntos en su aprobación, lo cual nos deja en claro que cuando se trata de asuntos que solo les convienen a ellos, a los legisladores y a sus partidos, entonces si, van de acuerdo y de la mano.

El ciudadano, es lo de menos.