La era digital revoluciona la educación

Redacción/Reporte Tamaulipas
Jueves,19 de Junio del 2014

Sabía que el Río Tajo es el más largo de España, incluso sabía muchas de sus propiedades, pero Israel Ruiz no memorizó el número 1,038, su longitud. El niño barcelonés no sólo reprobó un curso, por primera vez, por no memorizar ese número, sino que el profesor nunca le dijo que el mundo se pelea por el agua y que es uno de los mayores problemas de la humanidad. “Que sin ésta y sin buscar soluciones tecnológicas para obtenerla el mundo no acabará bien”.

El actual vicepresidente y director financiero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) refiere que este tipo de problemas en la educación siguen permeando en el planeta, donde si bien la transmisión de conocimientos no ha cambiado en las aulas desde hace décadas, la tecnología sí lo ha hecho pero no se ha empleado para innovar demasiado en la primera.

“Vivimos en un mundo que premia la memorización, y aunque podemos buscar un dato como cuál es la longitud del río Tajo en este momento en nuestro teléfono celular, no nos dará la solución tecnológica y no tecnológica al problema mundial del agua”. Instituciones como el MIT, señala, buscan revertir este anquilosamiento en la educación e innovar, y la forma en que lo hacen en Boston es la siguiente.

SOCRÁTICO-DIGITAL. Durante su participación en el panel “Educación: la era del aprendizaje autónomo”, en el primer día del segundo encuentro de tecnologías emergentes EmTech México –realizado por la revista MIT Technology Review en español y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y que tiene como sede el Tec de Monterrey Campus Santa Fe—, Ruiz refiere inicialmente que cuando se llega a diversas instituciones de educación superior se reciben contenidos y la interacción profesor-alumno es limitada.

Pero la “magia” del tecnológico de mayor referencia en el mundo, agrega, reside en la conjunción de profesores apasionados con estudiantes que compartan ese entusiasmo palmo a palmo. “Eso es lo que queremos potenciar”, aunque ahora de la mano de nuevas tecnologías de la información.

“Este aprendizaje, socrático si quieren, lo podemos maximizar con las tecnologías digitales. Pero esa magia del MIT no sólo se limita a esta conjunción de profesor y alumno, sino que les damos libertad para explorar la ciencia básica, el conocimiento para que luego lo apliquen a problemas mundiales de la sociedad”.

Sí, el mundo no es lo que era y no será igual el día de mañana, cita, y este “proceso de adaptación en la educación es el que queremos revolucionar”. Para ello, el tecnológico entró en el desarrollo de Cursos masivos abiertos en línea (MOOC, por sus siglas en inglés) y lo hizo con una plataforma escalable a nivel mundial, donde no sólo el MIT suba los contenidos, sino cada institución de educación superior con bases académicas sólidas.

Junto con Harvard lanzaron Open edX, para cambiar la educación en línea, y a la que se han sumado muchas más universidades del más alto prestigio. En este tipo de plataformas han mejorado la relación de los estudiantes con sus tiempos y mejorar y aumentar la interacción con sus profesores.

“Esto es lo que potencializan estas tecnologías que combinadas con otros medios presenciales se generarán cambios reales y radicales en la educación en el mundo entero”.

Esta plataforma cuenta hoy en día con tres millones de usuarios y más de cinco millones de cursos en todo el mundo, así como un portafolio de 180 instituciones de educación superior y no es lo único que han logrado medir.

“El 60 por ciento de los estudiantes de grado en el MIT han tocado la educación digital y les gusta: aprenden más, sus resultados son muy buenos y les libera tiempo que al adaptar a sus necesidades les permite aprender muchísimo”.