La frialdad de los números

Lunes,28 de Marzo del 2016 /www.reportetamaulipas.com 
Ernesto H. Salgado     
  Columna: Plaza 

Hablemos de cifras, y analicemos que de un padrón nominal cercano a los cuatrocientos mil electores, la votación más alta lograda por un candidato en la última década fue la obtenida en el 2007 por Erick Silva Santos, del PRI, que obtuvo en esa ocasión 98,204 votos contra 38,348 del PAN y 2,546 del PRD, según la compilación de datos que da a conocer Ximénez Patraca.
Le sigue Leticia Salazar, del PAN, que en el 2013 alcanzó 96,760 sufragios contra 71, 183 de Salvador Treviño del PRI y el PRD 1,800; Antes en el 2010 Alfonso Sánchez del PRI logró alcanzar 93,585 votos contra 45,131 del PAN y 3,215 del PRD.
En el 2004, Baltazar, la Esperanza de Tamaulipas, fué presidente de Matamoros con 71,886 votos contra 56, 771 del PAN y 2,915 del PRD; en tanto que Mario Zolezzi ganó con 71,886 contra 56, 771 del PAN y 2915 del PRD.
Homar Zamorano, hoy coordinador de la campaña de Jesús de la Garza, ganó en el 1998, con 74, 800 sufragios contra 34, 523 de Acción Nacional y 4010 del PRD.
Una elección antes, en el 1995, Homar del PRI perdió con 53, 663 contra 58, 907 del PAN y 1359 del PRD.
Los números ahí están, son fríos, no tienen colores ni fijaciones partidistas y hablan no solo de triunfos sino de contundencias y en éste sentido, Erick Silva alcanzó la votación más alta y la ventaja sobre su oponente fue total, 98 mil contra 38 mil, sesenta mil votos de diferencia.
El porcentaje de votantes más alto se logró en la pasada elección en donde sufragaron casi el 50 por ciento de los votantes inscritos en el padrón electoral.
Esta elección del 2016, tiene un nuevo ingrediente, los candidatos independientes, los partiditos que regaló la Federación Encuentro Social y Movimiento de Regeneración Nacional,(MORENA) y la necesidad del PT de alcanzar el número suficiente de votos para mantenerse en el escenario de la política estatal.
Esto convierte la contienda en una reñida batalla en la que los partidos que anteriormente polarizaban la elección tendrán que sufrir notorias bajas y ni ensueños podrán alcanzar las cifras a las que históricamente están acostumbrados.
Es el mismo pastel pero son más los comensales que aspiran a una rebanadita. Y hoy más que nunca, es necesario recordar que el pastel no se come a mordidas, sino de rebanada en rebanada.
Las cuentas alegres que se escuchan en los cuarteles del PAN y PRI sobre su voto “duro” y su capacidad de movilización, se estrellarán contra la cruda realidad, la participación multitudinaria de candidatos y el hartazgo del electorado que se siente defraudado por quienes ocupan los cargos de poder político, en los tres niveles de gobierno.
La gente quiere novedades, “mas de lo mismo, ya no” se escucha en las colonias y poblados, todos dicen lo mismo desde hace décadas. La gente quiere realidades, hay un hueco enorme en el mercado electoral y ese solo lo podrán llenar los independientes.
Claro que hay de Independientes a Independientes, todos son los mismos pero no iguales.
El electorado quiere que las instituciones recobren su credibilidad y confianza, y eso solo lo pueden ofrecer y lograr candidatos serios, con respeto de los ciudadanos ganado en años de trabajo de cara a la sociedad.
En ese terreno es obligado, en Matamoros, referirnos a Don Jesús Roberto Guerra Velasco, ex presidente municipal en los ochentas, empresario, y hombre conocido en todos los sectores por su bonhomía y su verdadero amor a Matamoros, así lo ha demostrado.
Una muestra de su convocatoria la dio ayer al invitar a las familias de la ciudad a celebrar “El Día de la Coneja” en las instalaciones de su rancho Santa Cecilia, que se vió colmado de pequeños acompañados de sus padres que disfrutaron un gran día de campo.
Claro que por su lado, Don Roberto Zolezzi García no canta mal las rancheras y es un candidato independiente que sin tambores ni reflectores tiene un bien ganado sitio en la ciudad.
Contra estos es que tendrán que enfrentarse los de siempre PRI y PAN. Don Jesús de la Garza Díaz del Guante y quien resulte candidato sacrificado del PAN tendrán no solo de convencer al electorado de que lo ofrecen es algo diferente, deberán que vencer la inercia del electorado que se está moviendo hacia los independientes.
Por el lado de Jesús de la Garza, la esperanza de su equipo está cifrada en la campaña de Baltazar Hinojosa, a quien se estima será el ganador en la contienda estatal, pero OJO, a nivel local, con toda la buena imagen que tiene, ganó la presidencia con 79,601 votos contra 64, 858 de su oponente del PAN, esto es, ganó con una pequeña diferencia. Apenas quince mil votos. Esto es real, no es propaganda en contra, son simplemente números que nos ayudan a construir un escenario real.
Así que el equipo de Jesús de la Garza debe agregar, como ya dije antes, la presencia de los independientes. El Cuadro no luce halagador, lo que no quiere decir que no pueda ganar.
El adversario del PRI será el Independiente mejor posicionado y en este terreno es indudable que es Jesús Roberto Guerra Velasco.
Sus candidatos a diputados por el 10, 11 y 12 distritos, serán una carga para su campaña salvo Mónica González en el 11, Pero Anto y Coorrrdovaaa, no le ayudarán en nada. Así que tendrá que echarle mucha leña al fuego para pensar en ganar.
Entre tanto, los panistas siguen deshojando la margarita y tronándose los dedos, porque los nervios los consumen, y la verdad sea dicha, no sé porqué se inquietan, están disputando el derecho a perder. Sea quien sea el candidato del PAN, va a perder. Y no porque queramos que así sea, sino porque el análisis de los números así lo dice.
Se espera que hoy por la noche o mañana a más tardar el CEN del PAN de a conocer, por fín, el nombre de su candidato en Matamoros.

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