Otra vez, burlados

Jueves, 30 de Enero 2014 / www.reportetamaulipas.com
Martín Sifuentes
Columna: En Vivo

Entre los grandes logros que publicita hoy en día el gobierno federal mexicano, destaca la reforma energética.

Y a nivel popular, maneja en su estrategia publicitaria en radio y televisión, dos puntos: los recursos energéticos, petróleo y electricidad, seguirán siendo de los mexicanos, y que muy pronto bajaran los altos costos que todos pagamos por la gasolina y la luz eléctrica.

Hace un par de semanas, el propio secretario de hacienda, Luis Videgaray, dijo en una entrevista televisiva a nivel nacional, que como prueba de ello, en el 2015 terminaran los llamados “gasolinazos”, el término popular con que se conocen los aumentos mensuales en el precio de las gasolinas que nos han recetado a los mexicanos desde hace varios años.

Sin embargo, es evidente que no se nos está hablando claro.

Y para una sociedad como la mexicana, tan sufrida, tan golpeada, esa afirmación, tan manejada en anuncios del gobierno,  de que “bajará  el costo de los energéticos”, no es más que un nuevo bofetón, un engaño más.

Viene a cuento todo esto, porque hace unos días, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, por medio de su dirigente nacional, Daniel Calleja, opinó que “a pesar de las predicciones del Gobierno Federal que aseguran que este año bajará el precio de la luz y el gas, e este proceso tardará entre cuatro y cinco años’.

Con la aprobación de la reforma energética, se está creando una expectativa que no será fácil de cumplir, dijo  el presidente nacional de ese instituto.

En el IMEF están afiliados los responsables de la administración financiera de importantes y diversas empresas e instituciones tanto del sector privado como del sector público de México. Es una institución de prestigio y con alto reconocimiento a nivel nacional e internacional  que se  destaca como una organización de opinión especializada en el ámbito financiero nacional y es una organización seria, y de alto nivel profesional con más de 4 décadas de investigaciones.

Y sin embargo, independientemente de lo que opinan los expertos, no se necesita más que lógica para entender que la reducción en los precios de la luz se podría dar a partir de la inversión de nuevas plantas de electricidad, por lo que una construcción de estas tarda entre cuatro o cinco años.

Entonces, está más que claro que las promesas gubernamentales están lejos de ser sinceras, que nuevamente se nos está mintiendo.

Y que no habrá en un corto tiempo esa tan anunciada “reducción en lo que pagamos”.

O sea, otra vez nos están engañando.