Agencias/Reporte Tamaulipas
Domingo, 14 de Diciembre del 2014
Kabul. AFP. Los talibanes afganos lanzaron ayer una sangrienta ofensiva que dejó al menos 20 muertos, lo que confirma una intensificación de sus operaciones al acercarse el fin de la misión de combate de la OTAN en Afganistán .
En Kabul, por lo menos siete soldados murieron en un ataque contra un bus del Ejército, según el Ministerio de Defensa, quien agregó que el balance podría ser más grave, ya que muchos soldados resultaron heridos y estaban hospitalizados.
La arremetida se la atribuyeron los talibanes, que, del mismo modo, se hicieron responsables del asesinato, el sábado por la mañana, de un alto funcionario de la Corte Suprema, también en la capital.
A Atiqulá Raufi, jefe del secretariado de la Corte, lo ultimaron cuando salía de su casa para dirigirse a su trabajo, dijo la Policía.
El mismo día, en la provincia sureña de Helmand, los talibanes mataron a 12 artificieros que realizaban labores de desminado.
“Los talibanes atacaron con ametralladoras y lanzacohetes a los artificieros, cuando estos estaban ocupados desactivando un campo de minas”, afirmó Omar Zwak, portavoz del Gobierno provincial de Helmand.
Agregó que luego hubo combates entre los asaltantes y soldados, durante los cuales perecieron dos talibanes y cuatro fueron hechos prisioneros.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó esta ofensiva por “injustificable y antiislámica”.
No es la primera vez que los talibanes atacan a trabajadores en la limpieza de minas. En el 2011, siete zapadores fueron decapitados en la provincia de Farah.
Afganistán ha sido escenario en las últimas semanas de numerosos atentados y ataques, situación que incrementa los interrogantes sobre la capacidad del país para hacer frente a la espiral de violencia, a medida que se reduce la presencia de la coalición militar de la OTAN, liderada por Estados Unidos.
El grueso de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN) en Afganistán, que llegó a ser de casi 130.000 soldados en el 2010, acabará de entregar el mando a las fuerzas afganas a finales de este mes.
Por la cercanía de esta fecha, y con la esperanza de estabilizar el país, el presidente Ghani llamó a los talibanes a negociar. Pero estos rechazan un diálogo directo con el Ejecutivo de Kabul.
Las tropas de la Alianza Atlántica, lideradas por Estados Unidos, invadieron el país en 2001, semanas después de los atentados del 11 de septiembre, y derrocaron al gobierno talibán que dirigía Afganistán desde 1996.
Una vez retirada a fin de año, la misión de combate de la OTAN dejará el sitio a “Apoyo Decidido”, una misión de asistencia y de formación del Ejército y de la Policía afganas, que lucha contra los talibanes.
Unos 12.500 soldados extranjeros, de ellos 9.000 estadounidenses , seguirán en el país en el marco de esta nueva misión.
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