No habra regalo navideño

Miercoles,16 de Diciembre del 2015 /www.reportetamaulipas.com 
    Martin Sifuentes  
    Columna: En Vivo  

Dado que la atención se ha concentrado en la elección de quienes serán los candidatos del PAN y del PRI, al gobierno de Tamaulipas, el tema de los personajes que irán  como aspirantes a las 43 alcaldías ha pasado a segundo término. Y no se diga del asunto en cuanto a las designaciones para el congreso, que de entrada son 22, más unas cuantas posiciones “pluris”.

A segundo plano en medios de comunicación y en las pláticas de café, si, pero bajo la mesa, el golpeteo está a todo lo que da. En municipios grandes, como Reynosa, Tampico y Matamoros, no se puede negar que se están moviendo grupos, abogando por tal o cual personaje, pero en el fondo todos son sabedores de que en este momento, todo pareciera ser inútil.

Y es que en ambos partidos lo saben. Mientras no haya una designación de su candidato a la gubernatura, no habrá ninguna confirmación de otras candidaturas. Es una regla de oro de la política mexicana.

En el caso del priismo, tradicionalmente el ungido al gobierno estatal, tiene “derecho de veto”, y el poder de “palomear” o tachar.

En el panismo, quien sea candidato o candidata, aparte de impulsar a los suyos, tendrá que conciliar con los numerosos grupos que se sienten con derechos  a lo largo y ancho  del estado.

La labor de grilla para poder repartir, negociar y dejar satisfechos a muchos, es complicada en ambos partidos. Y lo será más ahora que entra en vigor el tema de la igualdad de género.

Aunque lo nieguen públicamente, para el PAN y para el PRI, cubrir la cuota de 50 por ciento mujeres candidatas, les será sumamente complicado. Ya para los demás partidos será una misión casi imposible.

En fin. Las esperadas listas de candidatos a presidencias municipales y a las diputaciones locales, tendrán que esperar aún más allá de enero de 2016.

Mientras tanto seguiremos observado el nerviosismo, la desesperación y la angustia en muchos rostros de políticos y aprendices de políticos, que seguramente esperaban un regalo navideño que no les llegara. Y no les llegara ni para el día de Reyes.